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HIGIENE Y TONIFICACION CUTANEA
En la superficie cutánea se depositan las secreciones fisiológicas del sudor y sebo, las partículas ambientales de polvo, gases, humos, etc.., que junto con los productos cosméticos de belleza (cremas, maquillajes, etc.) hacen que al final del día exista una capa de suciedad que impide el normal metabolismo cutáneo, a la vez que un medio apto para posibles infecciones.
Llamaremos cosméticos de limpieza a los que tienen la función de eliminar esta suciedad de la superficie cutánea. No están destinados a penetrar sino a eliminar de la superficie epidérmica, ya sea arrastrando, emulsionando o solubilizando, toda variedad de contaminantes.
Existen en el mercado una gran diversidad de productos, pero, cada persona y según su tipo de piel y su actividad, deberá adoptar por un tipo u otro de producto de limpieza.
Clásicamente existen tres tipos de productos de limpieza: jabones, panes dermatológicos y leches.
Jabones
Son sustancias alcalinas con tensioactivos aniónicos, empleados desde la antigüedad. Están compuestos básicamente por laurato, palmitato y oleato de sosa, con frecuencia se les añade talco, dióxido de titanio y un perfume. En otras ocasiones un antiséptico y un antioxidante.
Tienen la ventaja de ser buenos emulsionantes capaces de eliminar, durante el aclarado, las impurezas líquidas y sólidas. Son buenos humedecedores de la piel con un alto poder de espuma y antiséptico.
En algunos casos, especialmente en pieles secas, la alcalinidad puede provocar estados de irritación, por lo que es más aconsejable su uso en pieles grasas y sin problemas de sensibilidad cutánea.
Panes dermatológicos
Son compuestos que no se pueden considerarjabones en el estricto sentido del término. Se obtiene a partir de agentes tensioactivos como el sulfato de monoglicérido, y el sulfato de éter glicérido. Los panes no se hidrolizan con el agua por lo que no darán lugar a las sales alcalinas y su pH es más parecido al de la piel, teniendo un buen poder de limpieza.
Los panes dermatológicos son adecuados para pieles que manifiestan un estado de sensibilidad e irritabilidad.
Leches
Son emulsiones de grasas y agua de baja viscosidad cuya finalidad es limpiar el cutis, sustituyendo el uso del agua y jabón.
La emulsión de limpieza tiene un alto contenido en grasas, formado por una base acuosa y una base oleosa, que junto con el tensioactivoemulsionante producen sobre la piel efectos detersivos y solubilizantes de sustancias.
Esta emulsión puede ser de aceite en agua (o/w) a la inversa (w/o), dependiendo del emulsionante y de la relación proporcional de las fases, su utilidad dependerá del tipo cutáneo que va destinado.
— Las emulsiones pueden adoptar una consistencia más compacta y se les conoce entonces como «Coid Cream» que consiste en una emulsión agua en aceite (w/o) donde el emulsionante se forma «in situ» y es el jabón resultante de la reacción del borato sódico y los ácidos libres de la cera de abejas. Esta clásica emulsión de agua en aceite, actúa por acción mecánica de arrastre de las sustancias que puede solubilizar. La incorporación de los detergentes sintéticos como el laurilsulfato de trietenolamina hace mejorar sus propiedades de limpieza. Deja una capa oleosa más o menos perceptible, motivo por el cual está indicada para la limpieza de la piel seca.
— Otra forma cosmética bastante usual para la higiene facial lo forma la «crema licuante», mezcla de cuerpos grasos, céreos y poliglicoles, productos de bajo punto de fusión que al contacto con la piel se licuan permitiendo un fácil desplazamiento del algodón que retira la suciedad cutánea, cumpliendo así su función higiénica.
La tendencia cosmética actual es la de sustituir las emulsiones agua aceite por las de tipo contrario aceite-agua, empleándose las más clásicas de estearatos alcalinos a los detergentes sintéticos más modernos, donde el emulsificante no es un jabón sino ésteres de alcoholes polihídricos con ácidos grasos o ésteres sulfúricos de alcoholes grasos, pero con efectos asimismo de detergencia.
Las emulsiones con ésteres del ácido láurico y glicoles líquidos, ligeramente alcalinas, son muy apropiadas para la limpieza de la piel, en especial de la sensible al jabón. También los alcoholes grasos sulfatados dan emulsiones adecuadas, con la ventaja que pueden acidificarse.
En la formulación de emulsiones de limpieza se intenta siempre que posean características fisicoquímicas lo más audérmicas posible, para no alterar las funciones de la piel. Por tanto las principales propiedades que debe reunir una leche limpiadora son:
— Disolver los cuerpos grasos y la suciedad hidrosoluble.
— Tener un pH similar al de la piel.
— No engrasar demasiado.
— Poseer componentes hidratantes similares a los F.H.N.
— Ser líquida o licuable a temperatura corporal.
— Carecer de propiedades irritantes.
— Poseer un buen poder de arrastre y ser fácilmente eliminables.
— Presentación y olor agradables.
Existen en el mercado una gran variedad de leches de limpieza y siempre se deberán adaptar al tipo de piel, ya sea, grasa, seca o fácilmente irritable.
Se utilizarán por la mañana y por la noche mediante un algodón con suave movimiento giratorio para favorecer la eliminación de la suciedad. Se finalizará con un algodón embebido en loción tónica.
TONICOS
Son sustancias acuosas o hidroalcohólicas que llevan disueltas diversas sustancias, que según las propiedades de éstas, le proporcionarán unas características específica: refrescante, tonificante, astringente antiséptica, descongestiva, etc.
Su función es doble, por un lado de limpiar el cutis, arrastrando los restos de leche limpiadora, restos de maquillaje y partículas de suciedad. Por otro lado, según sus ingredientes tendrá una función correctiva que se indicará según el biotipo cutáneo.
• Los tónicos para pieles secas estarán compuestos de agua desionizada, de glicerinas y en menor proporción de sustancias desengrasantes, detergentes, alcalinos y exentas de alcohol. Se debe aplicar con algodón en suaves golpecitos.
• En pieles irritadas y sensibles se aconseja la aplicación de la loción en forma de compresas durante unos minutos y con tónicos de propiedades descongestivas y emolientes.
• En pieles grasas, las lociones a aplicar son de tipo astringente en especial soluciones hidroalcohólicas adicionadas con álcalis débiles, trietenolamina, bórax, etc. En el caso más acentuado de acné y comedones se le añaden principios activos como la resorcina y el ácido salicílico.
Son muy utilizados los extractos de plantas como tilo o la hammamelis, con acción astringente, aguas florales (agua de rosas, flor de naranjo, etc.,), manzanilla con propiedades antiinflamatorias y bactericidas, el limón, el pepino, la malva, etc.
Las lociones tónicas por tanto son soluciones que ayudarán a mantener el equilibrio hidrolipídico cutáneo con pH adecuado, compensando sus necesidades y tendentes a normalizar las características de la piel, para la posterior aplicación de los diversos cosméticos de corrección (nutrientes, hidratantes) o de embellecimiento.
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